lunes, 27 de enero de 2014

El concejo

23. El concejo en el Tiseiro.

t

tafal.
Retranca o correa trasera de la albarda.

tagallo.
Un grupo pequeño. Pastoreaba un tagallo de ovejas.

tallo.
Pieza de tronco de árbol sobre el que se corta la leña.

tapoto.
Se dice de las nueces sanas, que no están agusanadas.

tarabanco.
Tronco.

tarrancha.
Pieza de madera que sirve de soporte o sujeción

teixo.
Mamífero carnivoro de la familia de los mustélidos (Meles meles), de pelo largo y espeso, agrisado en el lomo, negro en las patas y el vientre, y que tiene costumbres nocturnas.

testeiro.
Parte alta de una finca.

teto.
Pezón de las vacas.

tiberio.
Lío, follón, bronca.

tijeras del tejado.
Vigas de madera para sujetar el tejado, colocadas en forma de tijera.

timón.
Palo largo del arado, en el  extremo del cual va sujeto al yugo.

tiraforte.
Juguete hecho con un canuto de sabugueiro que al ser hueco nos da un tubo. Este se tapa con estopas y al empujar con un mango rematado en en un émbolo (todo de madera), se comprime el aire y salen disparados los tapones de estopa. También se usaban como tapones las rairces de los lírios.

tireirola.
Pieza de hierro que une el rabizo y el timón del arado.
  
tiseiro.
El tiseiro del Follo, la gente se reúne al salir de misa y se saluda. También se hacen reuniones de Concejo.

tomateira.
Planta de huerta anual de la familia de las solanáceas (Lycopersicum esculentum), que tiene como fruto el tomate.

toque.
Agujero pequeño o madriguera de conejo.

torada.
Tronco de un árbol cortado por los extremos, sin raíz y sin ramas.

torgo.
Raíz del brezo.

tornadeira, piedra.
Piedra colocada en las esquinas de las casas junto al camino para que las ruedas de los carros no golpearan la pared.

tornelo.
Fruto de las nueces verdes que se obtenía al abrirlas con la navaja.

torniscón.
Pellizco retorcido. Manotazo.

toro.
Parte de un árbol o de un arbusto grande, que está entre la raíz y las hojas.

torzón.
 Cólico. Inflamación de la membrana mucosa de los intestinos de los animales.

toupeira.
Agujero que hacen los topos y por donde se escapa el agua al regar.

toxo.
Arbusto espinoso de la familia de las leguminosas.

tramoya.
Caja en forma de tronco de pirámide y abierta por abajo, dentro de la cual se echan granos para que caigan poco a poco entre las piedras del molino y  sean triturados.

trangallada.
Cosa mal organizada o mal hecha.

trapallada.
Cosa mal hecha.

trapalleiro.
Persona que hace las cosas de prisa y mal.

trapela.
Trampa de madera para cazar perdices.

trapero.
Manta hecha con tiras de tela diversos y de diferentes colores. Se usa para poner entre el somier y el colchón.

trasga.
Aro doblado que va en el centro del yugo e que sirve para sujetar este al timón del arado.

treces.
Soga fina con la que se ataban los estadullos ( al llegar a media carga) para seguir cargando el carro.

treitoiras.
Cada una de las piezas situadas en la parte inferior del carro entre las que gira el eje.

trencha.
Herramienta de carpintero que se emplea para desbastar la madera y está formada por un mango y una hoja plana de metal.

trincha carneira.
Voltereta.

trocao.
Torcaz.

trocho.
Tronco grueso.

tronchar.
Partir o romper sin herramienta un vegetal por su tronco, tallo o ramas principales

troxo.
Tallo de algunas plantas como la col o el repollo.

truita.
Trucha.

tuñón.
Defensa que se hace junto al río con estacas y piedras para impedir que este se lleve la finca.

turamelo.
Poco listo pero con intenciones aviesas.


  
El concejo.
El concejo era la reunión general de los vecinos que, en asamblea de todos ellos, decidían sobre el aprovechamiento comunal de prados, bosques y montes vecinales con fines ganaderos y agrícolas, de los regadíos y de la explotación del molino o del horno. Y no sólo para asuntos económicos, sino para actos administrativos y judiciales, así como para dar autenticidad, fuerza y eficacia en derecho a los documentos que se redactaban en su presencia.
El concejo solía reunirse los domingos, después de misa, en el atrio de una iglesia, en nuestro caso las reuniones eran en el Tiseiro. La llamada a concejo se realizaba mediante repique de las campanas de la iglesia. Su asistencia era obligatoria, multándose al vecino que no acudía.
Históricamente, según diversos autores, su origen puede ser visigodo o de la Edad Media. Así Luis García de Valdeavellano, afirma que la institución procede de la Conventus publicus vicinorum (Asamblea pública de vecinos) visigoda, y Julio Valdeón Baruque considera que «es una creación específica de la Edad Media». El concejo es considerado como uno de los antecedentes del municipio, y ambos términos llegaron a convertirse en sinónimos, sobre todo a partir del siglo XII, por el incremento del número de habitantes de villas o ciudades, y la necesidad de restringir el número de convocados.
La junta vecinal se compone de un Presidente (también conocido como “alcalde pedáneo”) y varios vocales, algunos de los cuales representan a la oposición. Todos ellos son elegidos en urna aparte en las elecciones locales y autonómicas.
A continuación adjunto un documento de 1664 en el que el escribano Juan Cid de la Carrera da lectura a un documento ante el concejo de Castroquilame reunido en el Tiseiro al salir de misa.
Doce de octubre de 1.664. Carta de Hidalguía.
“Yo Juan Cid de la Carrera escribano público por el Rey Nuestro Señor del Número de la Ribera de Escontra, juzgado de Casayo y de la villa de Salas de las Ribera doy fe y testimonio de verdad a los que la presente vieren como hoy día de la fecha leí e notifiqué a los vecinos del lugar de Castroquilame estando juntos al salir de misa mayor, un decreto del Señor Sargento Mayor de la Real Casa de Armas de la Puebla de Sanabria en orden a que no metan cunios maquila(*) a Juan y Francisco García hermanos por constar ser hixos dalgo notorios a los cuales se les daba por libres por ser tales hixos dalgo y para que dello conste de pedimento del dicho Juan García doy respuesta en dicho lugar de Castroquilame a doce de octubre de mil y seiscientos sesenta y cuatro y en fe dello lo signo y firmo”.                                                                     
Escribano: Juan Cid de la Carrera                                           
(*) Impuestos de molino.

 Original del documento anterior