jueves, 21 de marzo de 2013

El pan de casa


cornal.
Correa  con que se uncen los bueyes.

cornecho.
Pieza de pan o parte de una pieza de pan con forma de cuerno.

corriola.
Planta herbácea rastrera.

cortina.
Huerto pequeño situado cerca de casa.
Al lado de casa tenía una cortina plantada de lechugas.

cortello.
Cuadra pequeña, especialmente la de los cerdos y jatos.

coruxa.
Lechuza.

cota.
Lado opuesto al corte de una herramienta cortante.

cotazos.
Golpes dados con la cota.

coulina.
Berza alta.
Plantaba coulinas para dar las berzas a las gallinas.

coxo.
Infección adquirida por contacto con animales (sapo). Se manifiesta con granos y sarpullido.
Por jugar con un sapo, ahora tiene coxo.

cuadril.
Cadera. Parte saliente formada por los huesos superiores de la pelvis.
Le dolían mucho los cuadriles.

cuartal.
Utensilio de madera para medir cereales. Medida agraria equivalente a 400m2.
Vendió una tierra de cuatro cuartales.

cuartear el carro.
Enganchar otra yunta al carro cuando no puede una pareja sola . En Arg. y Ur. encuartar  "enganchar a un vehículo otra yunta".

cuarteron.
Paquete de picadura de tabaco, del que se iba pasando a la petaca para luego ir haciendo los cigarrillos.

cuarteron, puerta.
Puerta pequeña de algunas ventanas. Parte alta de las puertas con dos partes: alta y baja.

cuberteira.
Pieza con la que se cubren las cornales una vez atadas para sujetar el yugo a los cuernos de la yunta. Eran de pieles a veces de perro. En ocasiones llevaban las iniciales del dueño de la yunta.

cuitada.
Apocado, de poca resolución y ánimo.

culobra.
Culebra.

curioso.
Persona hábil para realizar una tarea.

currusco.
Parte del pan más tostada que corresponde a los extremos o al borde. Bordes de la empanada.

curuxa.
Lechuza.

curveira.
Curva. Pena Curveira.

cutuvelo.
Pequeño abultamiento.

EL PAN DE CASA



Se amasaba en la maseira, con agua bastante caliente a la que se había añadido sal.  Se hacia un montón de harina y en un hueco en el centro se iba añadiendo agua  y el formento hasta conseguir una masa correosa a la que se añadía más harina si quedaba suelta. Al terminar de amasar, la masa se  tapaba con una manta y se esperaba a que fermentara. Se decía esperar a que levedara. La fermentación, dependiendo de la temperatura, duraba aproximadamente una hora, terminaba la misma cuando la masa, aparte de aumentar considerablemente el volumen, escarchaba. Con la masa fermentada se procedía a hacer las hogazas, que pasaban al escaño en el que previamente se había puesto la manta y una sábana y  se tapaban  de nuevo.


Las hogazas se colocaban sin que se toquen entre ellas y para ello se hacía una doblez en la sábana con el fin de que las hogazas, al fermentar por segunda vez, no se pegaran. Si la temperatura, que debería ser de unos 30º C, bajaba demasiado, había que colocar un brasero debajo del escaño. Con los restos de la masa se hacía la empanada, a base de cebolla, chorizo jamón  y trocitos de tocino. Esta era la empanada más usual, pero también se hacían otras de lomo, de conejo, de sardinas de lata, de bonito, de pichones. Después de una hora  la masa de las hogazas volvía a crecer y a escarchar.



El horno se encendía cuando se terminaba de colocar las hogazas en el escaño. Se utilizaba cualquier tipo de leña delgada, aunque a veces se traían especialmente para cocer carqueixas y toxos. La leña se movía con un palo largo llamado lareiro para que calentara uniformemente las paredes  y el piso del horno, las paredes al irse calentando cambian de color y se vuelven más claras, se dice que el horno ya está roxo. Ahora con un rodo se arrastran las brasas hacia la boca del horno, y se barre con un los barredeiros que previamente se han hecho con torbisco, escobas o ramas de higuera.
 Los barredeiros eran dos, uno recto y otro en forma de ele para barre mejor los laterales del horno. Se montaban en un palo largo y generalmente se hacían cada vez que cocían ya que se iban quemando, para ello se preparaban las ramas, se ponían todas a la misma medida cortando con la macheta los tallos sabrantes  y con unas ramas de salgueiro (brimas) se atan dándoles la forma. Si se desconfiaba que el horno pudiera estar muy caliente se   echa un poco de harina en el piso de horno, si prendía fuego había que esperar, cuando la harina no se encendía era el momento de meter el pan con la pala de madera, que había que enharinar para que no se pegaran las hogazas. Se hacía de prisa ya que si se tardaba mucho afacaba el horno (bajaba la temperatura).  Después de las hogazas se metía la empanada que siempre quedaba cerca de la boca del horno donde se habían amontonado las brasas y era lo primero que se sacaba a la media hora más o menos.


Las hogazas, a medida que iban avanzando la cocción, crecían y cambiaban de color, con el fin de que no se pegara había que, con la el rodo, moverlas (bulir el pan).  Se sabía que estaba cocido por el color o bien sacando una hogaza y por el peso o por unos golpecitos que se le daban por la base. De acuerdo con el sonido que producían los golpes, se conocía si estaba ya cocido o no.
Si estabas cerca siempre te tocaba algo, un trozo de bollo caliente, un currusco de empanada,...

martes, 12 de marzo de 2013

Pescar con chumbeira


chambonada.
Ventaja obtenida de chiripa.
Hizo 24 tantos en una bolada, fue una chambonada.

chanada.
Terreno llano y extenso.

chantón.
Planta de vid.
En esta viña hace falta poner muchos chantones.

chanqueiro.
Vaso de vino.

chapacuña.
Nuestra chapacuña en el Pozo de la Peña, en gallego existe el término  como "empedrada en la que las losas se colocan de canto".

chapucar.
Salpicar.
Los niños jugaban en el río chapucándose.

chavacías.
Castañas sin fruto dentro, solo tienen la cáscara.

chaugaceiro.
Persona que riega mucho, se dice de los de las Vegas.

cheirar.
Oler muy mal.

chingar.
Hacer el amor.

chimpar.
Comer y sobre todo beber con cierta demasía.

chinchón.
En castellano verderón "Ave canora del orden de las Paseriformes".

chispo.
Que está eufórico a causa de la bebida. Bebido.

choca.
Instrumento de metal, semejante a una campanilla, que se cuelga al pescuezo de las reses de ganado. También en carnaval si las colgaban las máscaras. Así mismo se dice "pita choca" a la gallina que está güerando.

chocallo.
Choca.

chumazo.
Cada una de las piezas de madera que van unidas por debajo al varal  del carro, y en las que encaja el eje.

chova.
Grajo negro.

chumbeira.
Red de pesca de forma circular y provista de chumbos (plomos en gallego) alrededor, que se utiliza en lugares de poca profundidad.

cifrar.
Pasar un hierro incandescente por las patas, cachuchas y demás pieles del cerdo para que queden bien limpias. Después de quemarlas se raspaban y se lavaban en agua fría.

cimones.
Gromos de nabo, del  que salen las flores.

cisco.
Residuo, restos de pequeño tamaño. Bullicio, reyerta, alboroto.

ciridoña.
En gallego celidonia. Planta herbácea de la familia de las papaveráceas (Chelidonium majus). Rica en yodo y que se usaba para curar heridas.

cocha-o.
Cerdo hembra o macho.

cochar.
En el juego de los bolos acción de no pasar la bola de la raya por lo que la tirada se considera sin tantos.

cochorra.
Mirlo negro con pico amarillo.
Las cochorra tienen un canto muy melodioso.

colmo.
Paja de centeno que se guardaba para hacer viortos.
Los colmos se ponen a mojo para después hacer los viortos.

conchal.
Nogal.

concharela.
Se dice de las primeras nueces que caen del árbol.

concho.
Nuez.




Pescar con chumbeira
En recuerdo de mi tío Guillermo (Galandín), un gran pescador de chumbeira.

Se trata de una red de pesca de forma circular y  provista de chumbos (plomos)  alrededor, que se utiliza en lugares de poca profundidad. 
Ya en el Diccionario Histórico de los Artes de la Pesca Nacional por el Comisario Real de Guerra de Marina don Antonio Sañez Reguart, publicado en el año 1792 se habla de este arte de pesca, que se le da el nombre de esparavel. En este libro se muestran imágenes de su utilización, así como la construcción del mismo. Son muy interesantes los dibujos que aparecen en el libro. 


Dice:  “los pescadores de los  ríos freqüentemente se valen de él, porque la comodidad de su figura y la facilidad de imponerse en su manejo para las orillas del agua, contribuye á que se dediquen á usarle a píe enxuto, o descalzándose, ó bien con embarcación, pero siempre en parages que regularmente no exceden  de tres, quatro, ó á lo mas de cinco palmos de agua, como que solo es aplicable quando el pescador llega á ver los peces mediante el poco fondo.”


Su manejo es mucho más difícil de lo que parece. Cuando los expertos la lanzan parece que lo hacen con un sencillo movimiento…pero no es nada fácil. Para conseguir dominar la técnica ha tenido que tirar la chumbeira muchas veces.
En otro Tratado de pesca se explica su lanzamiento así:
El uso de este Esparavel para la pesca se ejecuta asegurando el pescador en la muñeca de la mano izquierda la gaza del cordel y este mismo cordel lo recoge en la propia mano izquierda en varias vueltas. Hecho esto, toma la red a modo de una madeja, dándole también dos o tres vueltas en la misma mano izquierda por la parte de la corona, pero muy flojas. Y con la que queda colgando, se dan dos o tres sacudidas en el aire para que si está encogido en algún pliegue, se desenrede. De esta propia parte que arregla, toma con los dientes uno de los plomos y con la mano derecha recoge en pliegues como una tercera parte de manera que entre ambas manos y los dientes tiene preparada o dispuesta la acción y proporcionando el cuerpo para regular el tiro, lo arroja hacia la parte de la misma mano, dirigiendo el impulso de modo que la red caiga encima de los peces que descubrió en el agua o en el fondo. Cuando llega este caso, en el hecho de desprenderse de las manos arrojado por el esfuerzo del brazo, se abre el Esparavel en el aire formando una rueda y cae horizontalmente en la misma disposición sobre los peces. (Como pa enterderlo)


Aunque en nuestro país esta prohibido su uso, este sigue siendo un arte de  pesca muy practicado sobre todo en el TERCER MUNDO.





jueves, 7 de marzo de 2013

Ha venido el cerralleiro


carpín.
Calcetín de lana confeccionado a mano tejiendo con cuatro agujas.
Este carpín está roto.

capilliza.
Estructura de cuero que en los mallos unía la moca con el pértigo.
Esta capilliza se ha roto.

carozo.
Cada una de las diferentes partes más o menos duras de frutas.
Ponía a secar los carozos de los pimientos para obtener grana.

carpaza.
Arbusto de la familia de las cistáceas de asta 1 m de altura, hojas ovaladas y flores con pétalos de color  blanco con base amarilla o anaranjada.
En aquel prado solo había carpazas.

carpazal.
Terreo poblado de carpazas.
Esto se ha convertido en un carpazal.

carqueixa.
Arbusto silvestre de la familia de las leguminosas (Chamaespartium tridentatum).
Trajo un carro de carqueixas para enroxar el horno.

carracha.
Garrapata.
El perro tiene una carracha en la horeja.

carranca.
Collar ancho de cuero con púas de hierro que se les pone a los perros para defenderlos de las mordeduras de otros perros o del lobo.
Los perros pastores suelen llevar carrancas.

carranchetas.
Levar a alguien a la espalda sujetándolo por  las piernas con las manos.
Siempre lleva a su hija a carranchetas.

carreiro.
Camino estrecho que se hace al andar por él, que solo sirve para pasar a pie.
Paso todos los días por este carreiro para tardar menos.

carrelo.
Se dice así de la espalda de las personas.
Levaba un saco al carrelo.

carril.
Acequia, acueducto. Presa por las que los romanos llevaban agua a Las Médulas.
Desde lejos aun se ven las marcas de los carriles en la montaña.

carrillo.
Agrupamiento de los manojos de cereales para que no se mojaran. Cada carrillo eran cinco manojos.
Esta tierra ha dado cien carrillos de trigo.

carriza.
Pájaro da familia de los sílvidos, (Cisticola juncidis), muy pequeño y que hace el nido en forma de saco con un pequeño agujero.
La carriza es un pájaro pequeñísimo.

carruna.
En todo el Bierzo, senda o camino carretil.
Por esta carruna pasan todos los carros que van al monte por leña.

cascabullo.
Restos de cáscaras de frutos secos.
Tira esos cascabullos a la lumbre.

cascalla.
En albañilería piedras pequeñas y restos de cemento con que se rellena el interior de las paredes.
Tada essa cascalla la metemos en el medio de la pared.

castizo.
Cerdo semental al que se llevaban las cochas para ser fecundadas. Lo había solo en algunas casas y era frecuente que le trajeran hembras incluso de otros pueblos cercanos. Como pago le traían un pienso de castañas o cebada.
Llevaba la cocha al castizo atada con una cuerda.

caxota.
Cachava.
Me regaló una caxota que había hecho con una rama de lodio.

cazanueco.
Persona huraña y poco lista.

cebrisca.
Lluvia con fuertes ráfagas de viento, nieve o aguanieve.

cebriscar.
Llover con fuertes ráfagas de viento.
Dar revoque a una pared dejándola sin alisar.

cedo.
Temprano, antes de lo acostumbrado.
Marchar tarde y volver cedo.

cembo.
Cada uno de los caballones que hay a los bordes de un río, arroyo, canal o acequia, así como los de los senderos y caminos.

ceprinar.
Tirar algo con fuerza.
El albañil ceprinaba el cemento contra la pared.

ceramalleira.
Cadena que cuelga de una viga o elemento similar situado en el  alto da la cocina, con un gancho en la parte inferior para sujetar el  pote sobre la lumbre.


cernadeira.
Debajo de la boca de los hornos, lugar donde se deposita la ceniza.

cerralleiro.
También hojalatero, persona que con estaño repara útiles de cocina o tapa botes por ejemplo de chorizos.

cerras.
Cortinillas que penden de la mullida delante de los ojos de las vacas para impedir que le molesten las moscas.

chafalleiro.
Persona desordenada y que realiza trabajos defectuosos.
Ten cuidado con ese que es un chafalleiro.

chambarizo.
Lugar cubierto con paja o/y ramas generalmente estrecho y angosto donde se guardaba leña u otros, a veces se usa para meter el carro.

HA VENIDO EL CERRALLEIRO

El cerralleiro (hojalatero) era un artesano hábil, que hacía enseres de uso doméstico a partir de láminas de hojalata. La hojalata era un material formado por una delgada lámina de acero recubierta por una fina capa de estaño para que no se oxidara. Se empleó para la fabricación de aquellos objetos necesarios en la vida cotidiana de entonces antes de llegar los plásticos, se hacían baldes para lavar los cacharros y la ropa, calderos para transportar agua, embudos,  faroles y recipientes varios de todas las medidas para contener agua, vino, leche, aceite, petróleo,...   


Generalmente llevaban estos enseres ya fabricados y los ponían a la venta pero para lo que eran más solicitados era reparar los utensilios que se habían estropeado, ya fuera porque se había dañado la capa de protección o porque se habían agujereado.

Allí donde era requerido improvisaba su taller. Con mirada experta analizaba concienzudamente el cacharro a reparar; pongamos por caso una olla de porcelana con una picadura en el borde del fondo. 
Lo primero que hacía era sanear la parte picada, para lo que se valía de una lima basta hasta dejar lustroso y brillante los bordes del agujero; luego, de un tarrito que llevaba adosado a uno de los lados de la caja, sacaba un rudimentario pincelillo impregnado en ácido clorhídrico, previamente rebajado diluyendo en él trocitos de chapa de cinc, y con el cual humedecía la parte saneada. Después cogía uno de los soldadores del fuego, limaba suavemente el filo del cobre por ambos lados y le daba una pasada por la pez rubia contenida en la tapadera invertida de una caja de crema para zapatos. Con el soldador limpio y casi al rojo vivo en una mano y la barrita de estaño en la otra, los acercaba a la parte averiada del cacharro derritiendo sobre ella unos goterones de estaño que iba extendiendo cuidadosamente con el soldador hasta cubrir el agujero; si éste era muy grande recortaba con las tijeras un trocito de hojalata que soldaba en el mismo a modo de remiendo.