21. Responsear. Oración de san Antonio.
q
quebradeiro.
Lugar que se abre o cierra para que el agua de la presa pase a la finca
que queremos regar.
queixelo.
Quijada, mandíbula.
quilma.
Costal de tela gruesa.
quincalleiro.
Persona que vende quincalla (conjunto de cosas de poco valor,
especialmente de metal).
r
rabizo.
Pieza curva de madera situada en la parte posterior del arado, por donde
se agarra para dirigirlo.
racha.
Astilla.
rachar.
Rajar.
ralvar.
Levantar el barbecho.
ramallo.
Rama de roble, chopo u otros que se corta y se deja secar para que sirva
de alimento a cabras, ovejas y conejos durante el invierno.
rancho.
Cerdo de cría.
rañar.
Pastar.
rapar.
Cortar hierbas con la batedera a ras del suelo sin arrancarlas.
rapeña.
Se decía de la hierba baja (poco crecida) por falta de lluvia.
raposa.
Zorra.
rastrega.
Rastrera, a ras del suelo.
rauga de lume.
Hoguera.
rayada del sol.
Salir el sol, los primeros rayos.
realenga.
Piedra dura de río, canto rodado.
rebilitar.
En gallego rebilicar. Poner adornos de colores en una prenda de vestir.
Tenía una chaqueta toda rebilitada.
rebolo.
Roble.
rebrincar.
Saltar alocadamente.
rebulir.
Empezar a moverse, despertarse.
rebusco
Recoger el fruto
que queda en los campos, después de alzadas las cosechas.
rechavo.
Ángulo que forma un terreo que entra en el interior de otro.
refaldrada.
Parte baja de un árbol. Sacude la refaldrada del castaño mientras yo
subo y sacudo la parte de arriba.
refol.
Aparejo de pesca que consiste en un aro con una red en forma de saco.
refucir.
Remangar.
regoxo.
Trozo de pan.
relustrar.
Relampaguear.
relustro.
Relámpago.
remexer.
Remover.
renguilete.
Rápido, ligero.
renque.
Cercano al suelo. Siega renque.
responsear.
Rezo a San Antonio cuando se extravía un animal o una cosa.
reya.
Reja.
rexelo.
Cabeza de ganado.
San Antonio de Padua
(Nace en Lisboa, hacia 1195 y muere en
Arcella, junto a Padua, 1231). Santo franciscano de origen portugués, sacerdote
y doctor de la Iglesia. Su nombre de nacimiento era Fernando de Bulloes y
Taveira de Acevedo; era hijo primogénito de Martín de Alfonso, caballero
portugués descendiente de nobles franceses (los Bouillon), y de María Taveira.
No hay ninguna explicación satisfactoria
sobre el motivo por el que se le invoca para encontrar los objetos o animales
perdidos, pero es muy posible que esa devoción esté relacionada con un suceso
que se relata en los milagros obrados por el santo, (Chronica XXIV Generalium, Nº 21): Un novicio huyó del
convento y se llevó un valioso salterio que utilizaba San Antonio; el santo oró
para que fuese recuperado su libro y, al instante, el novicio se vio ante una
aparición terrible y amenazante que lo obligó a regresar al convento y devolver
el libro.
Mediante la oración siguiente se adivinaba si los resultados
de la petición que hacías a San Antonio iban a ser positivos o negativos y así,
si al rezar la oración no te confundías en nada obtendrías lo pedido, en cambio
si te confundías una o varias veces, la petición hecha no se iba a cumplir.
Había determinadas personas que se sabían la oración y los vecinos solicitaban
que la rezasen cuando lo necesitaban.
Oración
de San Antonio
Si buscas milagros, mira:
Muerte y error desterrados,
Miseria y demonios huidos,
Leprosos y enfermos sanos.
El mar sosiega su ira,
Redímense encarcelados,
Miembros y bienes perdidos
Recobran mozos y ancianos.
El peligro se retira,
Los pobres van remediados;
Cuéntenlo los socorridos,
Díganlo los paduanos.
El mar sosiega su ira,
Redímense encarcelados,
Miembros y bienes perdidos
Recobran mozos y ancianos.
Gloria al Padre, Gloria al Hijo, Gloria
al Espíritu Santo.
El mar sosiega su ira,
Redímense encarcelados,
Miembros y bienes perdidos
Recobran mozos y ancianos.
Ruega a Cristo por nosotros, Antonio
divino y santo, para que dignos así de sus promesas seamos.
Señor oye mi oración
Pues a ti suplico y llamo
Y mi oración a ti llegue
Donde halle favor y amparo.
Soberano
eterno Dios la suplica votiva de San Antonio tu confesor alegre tu Yglesia para
que siempre sea favorecida con auxilios espirituales y merezca gozar de los prometimientos de
nuestro redentor Jesucristo. Amén Jesús.
El texto que trascribo a continuación
lo he encontrado en EL ECO DEL BIERZO publicado por Toni Delgado el 21 de octubre de
2013.
No hace muchos
años que todavía
existían en las poblaciones del área de Ancares,
El Caurel y el Cebrero unos personajes, típicos
“santones”, que
poseían poderes de adivinación respecto
a la cabaña ganadera y otros utensilios y pertenencias de las casas. Eran denominados “responsadores“. Su
sabiduría era hermética, cuasi sacrosanta. Y es que, de lo poco
que se ha logrado conocer, su relación transcendente la mantenían con San
Antonio.
El ritual incluía rezos y meditaciones al
objeto de alcanzar el don de la videncia. Por
ejemplo, una manada de lobos atacaba a un rebaño e interesaba localizar a un
buey. La especie de “santos espirituales” recibían el
encargo de dar con él y, con una enorme discreción, comunicaban al solicitante la
solución o previsión.
En conclusión,
quizá por su ubicación geográfica o aislamiento o tal vez producto de la
ignorancia, algo
especial y creíble hay en la devoción a San
Antonio: la constatación del paradero o situación física
de una llave olvidada o la predicción de la curación de “cerdos de ceba” son realidades que estaban
en las creencias de nuestra gente hasta no hace mucho tiempo.
Copia manuscrita de la oración de San Antonio.
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